jueves, 1 de diciembre de 2011

Detalle Obra "Bandera". Expo Personal Comodín

FUERA DE DUDAS  
Por Elvia Rosa Castro/ Expo Personal Comodín

Rolando Vázquez es uno de los escasos seres del mundo del arte que no hace ni esta concesión (y por favor, enmiéndenme si me equivoco). Muchas veces se habla de Ezequiel Suarez, Lázaro Saavedra, etcétera, etcétera pero al profe de San Alejandro (al que ensena a pensar más allá del oficio), casi todos lo obvian. Pocos he visto tan recalcitrante, orgánico y consecuente con sus vivencias y cosmogonía. La obra de Rolando Vázquez posee dos aristas que, en mi opinión, pueden redondear cualquier acercamiento a ella: los entresijos de la cultura popular con una fuerte dosis de causticidad y vísceras que incluye también sus creencias, así como el –casi- inevitable gesto guerrillero frente al poder. En todo esto, humor y poesía incluidos.

Sin embargo, fuera de los tópicos anteriores, que de alguna u otra manera han signado a una parte del mejor arte cubano, prefiero hablar –o escribir- de su reticencia. De su actitud y reciedumbre: cuestión de ética. Conjunción de ética y poética tienen apellido: Vázquez.